domingo, 29 de marzo de 2015

El expresionismo abstracto de José Guerrero

José Guerrero (Granada, 1914 - Barcelona, 1991) es uno de esos artistas españoles que me fascina no sólo por su obra sino por haber logrado hacerse un hueco en un panorama internacional tan destacado como es el expresionismo abstracto estadounidense de posguerra.

Con motivo de la celebración del centenario de su nacimiento, en la Casa de las Alhajas de la Fundación Monte Madrid (http://www.fundacionmontemadrid.es/), está a disposición de todos la exposición itinerante José Guerrero. The Presence of Black, 1950 - 1966, hasta el 26 de abril de 2015.


José Guerrero, con experiencia formativa en España y Europa, conoció a los grandes maestros vanguardistas como Matisse, Picasso, Gris, Miró o Klee. Y en 1949, tras contraer matrimonio con la periodista americana Roxane Whittier Pollock, se instala en Nueva York, buscando el arte de su época.


En Nueva York, dónde acababa de nacer la clase media y la sociedad del consumo, bajo su idea de que cuando pinta se siente un luchador sin resistencia, empieza a compartir escenario con artistas de la magnitud de Pollock, Rothko, Clyfford Still o Barnett Newman.


Pinta su autorretrato inspirado en Matisse y Derain, mirando para atrás cómo se quiere presentar en Nueva York. Y trabaja murales y técnicas de grabados, adentrándose en el expresionismo abstracto, dónde emerge un nuevo yo tras la Segunda Guerra Mundial, colocando la técnica por encima del resultado.


El expresionismo abstracto surge progresivamente para superar la desolación de la guerra dándole voz a la misma y con el deseo de encontrar singularidad. Y en mitad de todo ello, José Guerrero es expuesto en Nueva York tanto por Betty Parsons como hasta en la inauguración del mismo Guggenheim.


Hacia 1962, justo iniciándose el Pop Art, se produce una nueva orientación en la vida del artista, titulando sus obras repentinamente en español y evocando a su país en su trabajo. Y en 1965 regresa a España, dónde da forma a la búsqueda de origen que él entiende que es la vida.

Esta exposición tan bien comisariada es una óptima oportunidad para no perder de vista la carrera de este artista, aunque a su vez conviene recordar que una significativa colección de éste está siempre abierta al público en el Centro José Guerrero, en Granada (http://www.centroguerrero.org/).